Se recomienda utilizar un buen soporte para poner las velas. Se deben evitar los de madera o plástico. La base tiene que aguantar la temperatura de la cera caliente por si se produce algún goteo.
Es importante saber cuanto tiempo seguido vamos a tener encendida la vela para escoger una vela del diámetro adecuado. Una vela de diámetro grande que se encienda sólo durante 30 minutos irá creando un hueco lleno de cera líquida en el interior y finalmente la mecha se ahogará.
Antes de encender una vela, se debe recortar la mecha a una altura máxima de un centímetro.
Cuando se enciende una vela hay que poner la llama en la base de la mecha, no en la punta.
Si cada dos o tres horas se recorta un poco la mecha, la llama será más estable y mejorará la combustión.
Si se hace una capa de carbono en la punta de la mecha, se debe apagar la vela, sacar el trozo más requemado de la mecha y volver a encenderla. También se puede cortar con unas tijeras sin apagar la vela, pero puede que nos caigan restos del carbono en la cera fundida.
No se utiliza ningún tipo de aditivo, por lo tanto, el borde exterior de las velas no está endurecido para evitar el goteo. En la mayoría de las ocasiones las velas de cera de abeja prácticamente no gotean. De todos modos hay que tener en cuenta que todas las velas son sensibles a las corrientes de aire.
Cuando la llama de una vela se expone a una corriente de aire puede empezar a parpadear. Si la vela gotea, se recomienda apagarla, sacarla de la corriente de aire y volver a encenderla. Ten en cuenta que los calefactores de aire y ventiladores crean corriente de aire.
Las velas de diámetros irregulares pueden quemar de forma desigual y gotear. También la balsa de cera líquida puede que sea más pequeña que el diámetro de la vela y se cree un borde de cera. Se debe doblar con cuidado el borde de la cera hacia el interior para facilitar el consumo total de la vela y evitar que la mecha se ahogue.
Al apagar la vela para volver a encenderla más tarde, se debe hundir la mecha en la balsa de cera líquida y enderezarla en lugar de soplar la llama. De ese modo la mecha quedará bien encerada para volverla a prender.
La cera de abeja, al no tener ningún tipo de conservante, con el paso del tiempo y los cambios de temperatura, puede crear una suave pátina blanca. Para sacar esta capa o pulir la vela, simplemente hay que pasarle un paño suave, o una media de nylon o de gasa.
La forma más fácil de sacar los restos de cera de abeja de un soporte es ponerlo en el congelador durante unas horas. Una vez fuera del congelador hay que descostrar la cera y lavarlo con agua caliente jabonosa.
Si el derrame de la cera se ha producido en un tejido, se debe poner en el congelador y luego descostrar la cera. También se puede cubrir con papel de cocina y pasar la plancha hasta que la cera sea absorbida por el papel.
En el caso de los pilares, a medida que se queman se forma una balsa de cera líquida y un borde de cera. Es probable que poco a poco la llama se haga más pequeña. Cuando esto ocurre, se debe doblar el borde de la cera hacia el interior para facilitar el consumo total del pilar y evitar que la mecha se ahogue.
Las velas flotantes deben colocarse en un recipiente no inflamable y con agua. Si se utiliza algún líquido distinto al agua, hay que asegurarse que no sea inflamable.
Las velas botón deben colocarse dentro de un recipiente de cristal, cerámica o cualquier otro material que no sea inflamable. También se pueden reutilizar los recipientes de aluminio que se comercializan con las velas de parafina.